Siempre amanece en Guilin


         Una espesa bruma se agarra sobre el lago Rong como queriendo aplazar el amanecer. Sobre este hermoso paisaje frente al hotel, asoma el relieve calizo que desde hace mas de 300 millones de años, emergió del mar y por donde nos transportaran a un mundo irreal de inigualable belleza y armonía. Estoy deseando incorporarme a este día y comprobar sobre el camino la incomprensión infundada de esta niebla que aparenta y no deja, pero siempre amanece en Guilin.
“ No puedo contemplar el amanecer sin mirarte, no puede amanecer sin estar a tu lado “.
 
  Hoy es un día para aprovechar bien el tiempo y esto requiere gestionarlo con un poco de habilidad y establecer prioridades acordes con las tareas que debemos afrontar. Tras el desayuno, Hao, nuestro guía, nos espera puntual en el hall del hotel.
Subimos en el microbus en dirección al embarcadero de Mopan a unos 23 kilómetros de la ciudad, en sus 360 metros de largo se puede manejar al año hasta 3 millones de turistas, desde allí saldremos en un crucero por el rio Lijiang, un recorrido de casi cinco horas entre los 83 kilómetros que nos separan hasta el poblado de Yangshou donde desembarcaremos para visitar este encantador pueblo, su famoso mercadillo al aire libre y sus bellos campos y paisajes naturales. Se dice que “sus colinas y ríos son los mejores bajo el cielo “. Salimos ladeando el lago pasando frente a las pagodas del Sol y la Luna, cuan bellas son si cabe de día o más con la iluminación de la noche.

La gran mayoría del pasaje de este barco son de turismo nacional, hay varios grupos de extranjeros que como nosotros nos vamos dispersando cada uno por donde mejor le parece, el barco es de dos plantas, en el bajo están los asientos y un mostrador donde sirven la comida buffet, todo el lateral tiene ventanillas acristaladas, y en la parte de arriba desde donde se puede contemplar de pie todo el paisaje.

El rio Lijiang nace desde la montaña Xing en un condado del norte de Guilin, en sus 437 kilómetros, pasa por las poblaciones de Guilin, Yangshou, Pingle y Wuzhou, en el Oeste de China. Una fila de embarcaciones, cuento algunas mas de 10, pasamos por este recorrido que como una cinta de jade enrollada y entre miles de picos grotescos y a lo largo de las orillas del río son espectaculares  los paisajes y colinas elegantes, los picos de lo mas imponentes, los acantilados y ríscos de formas variadas e irregulares y que se reflejan en el espejo de sus aguas cristalinas. Las reflexiones de las colinas en el agua clara y de color verdoso son como imágenes brillantes y hermosas. "Cien millas del río Lijiang, son como cien millas de galería de arte". Una gran cantidad de excelentes poemas y obras literarias en moderno o antiguo aprecian su belleza. Han Yu. un gran poeta de la dinastía Tang, escribió un poema popular para alabar al hermoso paisaje de Lijiang River. “El viento del río como una cinta de seda azul, mientras las colinas erectas como horquillas de verde jade”.

Sobre las doce del mediodía empiezan a poner en el mostrador las cazuelas y platos para que nos sirvamos cada uno las tradicionales  comidas del lugar que deseemos. Empieza a hacerse cola. El barco no es muy grande pero parece que han salido más gente  de algún otro sitio. “-Mejor nos esperamos un poco”.  “ostras” “-que nos quedamos sin nada”. “- vamos, vamos”.


Durante la travesía algunos pescadores o mercaderes nos ofrecen souvenirs que con habilidad intentan vendernos por las ventanillas arrimando sus barcazas con gran destreza a nuestra embarcación. Algunas rocas o picos tienen nombres como “la Roca anhelando al marido”, “la Roca de los nueve caballos”.

Llegamos al pueblo de Yangshou a las 14 horas. Junto al mismo embarcadero ya empieza a verse algunos puestos del mercadillo tradicional que transcurre por algunas calles del pueblo, el calor es sofocante, tras algunas compras y algún intento de visita como al mercado del pueblo, el olor no hecha para atrás, buscamos un local donde beber algo, “-da igual el que sea pero que tenga aire acondicionado”, hemos quedado con Hao a las 15´30 horas para hacer un recorrido en carromato por los arrozales y alguna granja tradicional.



      Pasamos por caminos rodeados de arrozales, si apenas cabemos, los matorrales nos invaden en ocasiones el habitáculo del motocarro sin ventanillas. En el fondo de un arrozal trabajan unos campesinos. Paramos en el camino y uno de ellos, parece el mas viejo, se dirige hasta nosotros subido en un buey, nos deja hacerles fotos y hacernos montados encima del buey, tras unas propinas y nuestro agradecimiento partimos ahora para conocer una granja. Las herramientas todas son manuales o arrastradas por animales, un molinillo de piedra donde muelen la semilla de soja para hacer leche, es como si el mundo del progreso se hubiese parado, el motocarro, nuestros móviles y cámaras es lo más novedoso del lugar.



En la casa solo está la señora, el marido salió muy temprano a trabajar en el campo. En las paredes expone los diplomas de estudios de la familia, entre ellos una postal de recuerdo de Paris. Cerdos, gallinas, son algunos de los animales de la granja. Con una bomba de mano, sacamos agua del pozo para refrescarnos, el calor y la humedad es elevada. Nos rodean campos enormes de arrozales, cañas de bambú, también hemos visto algunas plataneras y mucha agua, un verde intenso que lo invade todo.

 
No son más de las seis de la tarde pero ya tenemos que volver hacia Guilin, esta vez en autobús. Hao nos propone para los que quieran completar el día de hoy con un impresionante espectáculo y no está muy lejos de aquí.

“Impresión” de Sanjie Liu.

En el cruce del rio Lijiang y el río Li Tianjiahe, frente a la colina conocida como Shutong, se encuentra el Teatro Paisaje de Lijiang. A lo largo de dos kilómetros del rio Li, se puede disfrutar de la actuación (Impresión Sanjie Liu) obteniendo una buena visión desde cualquier angulo. Todas las luces y sistemas de sonido en el teatro han sido diseñados para estar integrados y ocultos en la naturaleza. Son más de 2600 asientos y se utiliza como escenario natural la montaña y el rio.
 
De nuestro grupo solo nos apuntamos dos, aunque estamos cansados, pero creemos que merece la pena, es un espectáculo único, el resto del autobús en el que nos dirigimos al lugar son turistas chinos. El día oscurece y parece que puede llover, la humedad es bastante elevada.



 Con la entrada nos dan una bolsita con algo de plástico amarillo dentro, no nos atrevemos a abrirlo, “-¡ah, mira! “, alguno lo abre, “-es un chubasquero”. Seguimos detrás de nuestro grupo, ahora de turistas chinos, y ellos detrás de unos cientos de chinos, el lugar aunque iluminado pero no nos podemos distraer hasta llegar a nuestros asientos, son un poco estrechos, no me caben las rodillas, después de varios intentos adopto la posición.
 Ya nos habían prevenido y siempre hay que ponerse algo para los mosquitos, pero es que aquí son tantos y muy pequeños casi no se ven. Me pongo también la crema del dragón rojo que nos recomendaron para ello.

Durante algo más de una hora, 600 actores y actrices te envuelven en este gran espectáculo que es Impression Liu Sanjie, combina como tema general y de forma creativa, canciones clásicas de grupos culturales étnicos con las luces de pesca, junto a los reflejos de la atmósfera y la armonía de los seres humanos con la naturaleza.
El espectáculo se hace corto y salimos con muy buenas sensaciones, aunque mis tobillos, parece que los mosquitos…El autobús está cerca de la salida y lo encontramos fácil, los asientos también son algo pequeños, con mis 90 kilos casi desarmo uno de ellos al intentar sentarme, se oyen algunas risas, ¿ será por eso que en ocasiones me paran para hacerse fotos conmigo? En el camino si apenas se ve nada hasta llegar a Guilin, donde ya podemos ver las luces del lago, las pagodas del Sol y la Luna ahora están iluminadas. El autobús para en la puerta de varios hoteles hasta llegar al nuestro.
 
 
Guilin 10/09/2010